sábado, 9 de noviembre de 2013

SOMOS LOS MILLER

Puede que la historia sea previsible y nada fuera de lo común, pero me hizo mucha gracia.

Me encantó el actor protagonista, que no recuerdo de otras películas. Tiene ese carisma como comediante que te hace pensar que, probablemente, se comporta igual en la vida real. Menos en lo de trapichear con droga, espero.

Podría definirse como una historia sencilla con puntazos. Yo en una ocasión incluso lloraba de la risa, y hacía mucho que no me pasaba eso en el cine. Desde la primera de "Resacón en las Vegas", concretamente, donde, curiosamente, salía uno de los protagonistas de "Somos los Miller". O al revés, más bien.

Deja muy buen sabor de boca por el rato ameno que te hace pasar, y lo culmina con alguna que otra toma falsa al final. A mí siempre me ha gustado lo de las tomas falsas porque te demuestra hasta qué punto se lo pasan bien en el rodaje, y eso, quieras que no, se transmite en la pantalla.

Nota: notable.

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