domingo, 13 de octubre de 2013

EL MAYORDOMO

Es una historia real. No sé si al 100% o si se ha tomado como base la vida de alguien, pero el caso es que sabes que es cierto.

Me pone los pelos de punta ser consciente de que hay personas vivas que han pasado por ello o por situaciones similares. Sales asqueado con el género humano. Y sucedió hace dos días, como quien dice.

Me gustó mucho la frase inicial de Martin Luther King: "la oscuridad no puede conducirte fuera de la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso". Por eso le recomiendo a todo el mundo ir a verla.

Vais a pasar un mal rato, pero ay amigos, la vida no es de color rosa y la única forma de avanzar como sociedad hacia lo que el futuro requiere (no porque lo queramos, sino por lógica y coherencia, que es de lo que el ser humano como conjunto siempre ha adolecido hasta ahora en sus actos) es siendo conscientes de nuestras meteduras de pata en el pasado. Me estoy poniendo filosófica. Son los efectos secundarios de esta historia que me ha llegado al corazón.

Hay quien no quiere ir al cine a ver este tipo de historias porque opina que, para tristezas, ya tiene su día a día. Bueno, lo respeto, aunque yo opino que ver las injusticias y penas de otros ayuda a relativizar las cosas y te hace encarar la vida de una forma más sana que, a la larga, te ayudará a ser más feliz. Claro que yo tengo mi forma de ser y otros tienen la suya, y lo que a mí me vale a otros no les sirve de nada. Mientras esta historia no se repita en ninguna de sus muchas vertientes del racismo, ya es algo.

Sigo filosófica. No lo puedo evitar. Es una de esas películas que te hacen pensar, y pensar, y pensar...

Una historia preciosa que se va a llevar algún Óscar seguro. El de caracterización como poco se lo merece.

A los jóvenes les obligaría a verla para que sepan lo que es luchar por lo que es justo, que se nos están acostumbrando a que se lo den todo hecho y están dando un paso atrás en la educación. ¡Cómo echo de menos la E.G.B!

Nota: sobresaliente. ¡Por fin una con esta nota!

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