La gente suele ir al cine por dos motivos: para ver una película en concreto que les interesa o van porque les gusta en sí como hobby.
Esta película está bien para el segundo caso. Vas, desconectas del día a día, te sueltan un par de paridas para echar unas risas y sales de nuevo a torear la vida real.
Yo me la planteé como una metáfora surrealista en clave de humor de problemas muy reales donde la tónica predominante es la eterna guerra entre hombres y mujeres. Es eso de "los hombres son de Marte y las mujeres de Venus" solo que aquí las mujeres son de Zugarramurdi y son todas brujas. No es por nada, pero a Álex de La Iglesia lo noté un tanto resentido con el sexo opuesto. Cosas mías, no sé, no me hagáis mucho caso.
La cuestión es que resulta entretenida, y al tratarse de una reducción al absurdo de situaciones cotidianas casi que te ayuda a relativizar las cosas y tomártelas con humor y optimismo.
Nota: le doy sólo un aprobado, que soy muy bruja. Sin rencor, Álex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario